Seguro que recuerdas el confinamiento, lo mal que sentó a las cabezas y cómo tratábamos de solucionar la falta de contacto real con las personas. Nuestra Loreto se dedicaba a hacer sus «Virusiones» en la terraza, para llevar algo de música en directo al barrio pero, aunque ayudó mucho a mucha gente, nos seguía faltando algo… Algo que te puede dar un local de ensayo.

 

En 1989, el sociólogo Ray Oldenburg creó una teoría que sigue vigente en la actualidad y que ha sido refrendada por multitud de investigaciones posteriores: el tercer sitio [The Third Place]. Básicamente, Oldenburg explica que tienes un primer lugar, que es tu casa; un segundo, que es tu trabajo o el colegio o universidad; y un tercero que es como «tu hogar fuera de tu hogar».

 

El tercer sitio es donde acudes con una cierta regularidad para «socializar», podríamos decir. Piensa en el papel que jugaban antes lugares como el parque, la iglesia, la plaza del pueblo, el bar o la casa de la juventud. 

 

Son entornos [«ecosistemas» dirían ahora los cursis] en los que la gente conversa y se divierte. Oldenburg incluso llegó a detallar sus características: sitios neutrales, en los que todo el mundo es igual [no hay diferencias de estatus]; abiertos y accesibles; en los que suele haber los clásicos «parroquianos» que acuden con regularidad; lugares de perfil bajo, sin ánimo de destacar; y en los que el ambiente es de diversión. 

 

Precisamente lo que sucede en lugares como La Cúpula. Porque un local de ensayo [da igual que sea tan profesional como el nuestro o el garaje de tu tía] cumple precisamente con ese cometido: es un sitio al que vas a encontrarte con gente que conoces, a divertirte, a charlar y a hacer un poco de música. El paraíso, ¿no?, tu hogar fuera de tu hogar. 

 

Así que, ya sabes: ensaya. Donde sea, incluso en La Cúpula. La ventaja que tienes aquí es que puedes unirte a una comunidad de artistas y personas que comparten tu pasión, con las que puedes tener las discusiones más frikis o con quienes simplemente, compartir una cerveza y un buen rato. 

 

Y si eso no es ser feliz, no sabemos qué es.